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Mantener la motivación


Debo admitir que a mí me cuesta mucho trabajo mantenerme enfocado. En mi lista de pendientes aparecen cosas que postergo con muchísima facilidad. Y ni hablar de mantenerme concentrado en las cosas que he elegido. Mi mente se distrae y busca cualquier otra actividad a realizar, evitando hacer aquella que, se supone, debería estar haciendo.


Soy consciente en que no me hace falta un método de administración de mis pendientes. Ésa parte la tengo ya dominada, ya que he perfeccionado y adaptado el modelo de gettings things done a mi vida cotidiana. La gran mayoría del tiempo sé lo que tengo que hacer, pero es todo un reto para mí hacerlo y mantenerme enfocado.


¿A qué me estoy enfrentando? En primer lugar, a la pereza, entiendo a ésta como una inercia, es decir, continuar haciendo aquello que no implica un cambio, que evita el esfuerzo de algo diferente.


Obviamente es mucho más cómodo postergar, evitando así el peso de tener que realizar una actividad diferente. Hoy me queda más que claro que esto es un hábito que puedo cambiar, pero que implicará una serie de esfuerzos, mucha paciencia y mucha constancia.


Y es que, situación adicional, hoy por hoy estamos rodeadas y rodeados de tantas ideas que nos presionan, que nos impiden, que nos quieren obligar a estar siempre ocupados u ocupadas, buscando un desesperación el éxito, el logro y el reconocimiento social. Son tantas imposiciones que nos podemos sentir totalmente abrumados o abrumadas.


"Tienes que hacer esto y aquello, tienes que conseguir cosas para demostrar que estás teniendo éxito, tienes que hacer este viaje, tienes que vivir tal o cual experiencia, tienes que vivir una vida en equilibrio, tienes, tienes, tienes, tienes...".


Vivimos en una cultura que nos exige constantemente cumplir parámetros que demuestren que estamos bien, que estamos teniendo éxito, que nuestra vida es plena.


Y admito que eso contribuye a mi pereza, Mi mente se resiste ante lo impuesto, ante aquello que se toma como obligación. En el fondo, yo quiero hacer las cosas por convicción y no por ser algo que se tiene que hacer. Es un tema que estoy trabajando.


Pues bien, hace unos cuantos días me encontré con una charla en FaceBuda en Youtube, donde Venerable Damcho, una monja budista, daba una charla sobre cómo eliminar la pereza. Es una plática sencilla, pero altamente significativa.


Al final de la charla, Venerable Damcho compartía una estrategia que, aplicada constantemente, en forma disciplinada y constante, paulatinamente eliminaría la pereza de nuestra mente:

  1. Antes de planear o realizar cualquier acción, es importante hacer consciente cuál es nuestra verdadera motivación. Tomarnos unos minutos para revisar si nuestra motivación es extrínseca o intrínseca y contactar con ésta. Si nuestra motivación proviene de lo externo, es frágil, por lo que será recomendable ajustarla a una intrínseca. Si es intrínseca, profundizarla y tenerla presente mientras se realiza la actividad.

  2. En los momentos donde aparezca la resistencia, el pesar, el cansancio, el sopor, el sueño, la distracción, tomar refugio en nuestra motivación, visualizarlo, generar un gozo por el trabajo que se está realizando y la forma en cómo éste contribuye a acercarnos a una meta.

  3. Al finalizar, es sumamente importante evitar el juicio sobre el resultado, más bien, generar gratitud y aceptación por lo logrado, independientemente de cuál haya sido éste. Generar un júbilo por lo realizado contribuirá a la satisfacción y ésta nos mantendrá con la motivación clara.

Lo bonito de esta estrategia es un sencillez, pero lo profundo que puede llegar a ser en nuestra mente y en nuestra motivación. A veces sentimos que una estrategia tiene que ser complejo para que sea válida, olvidando que en lo sencillo podemos encontrar muchísimas respuestas.


Espero, en verdad, que esta pequeña reflexión les traiga mucho beneficio para ustedes e impacte positivamente en todas las personas que les rodean.

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