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Foto del escritorEdgardo Flores

¿A dónde se dirige la sociedad?




Nuestra realidad actual dista mucho de la "tierra prometida" que se había creído que crearíamos por los avances que hemos tenido como humanidad. Si bien, estos avances nos han proveído una mayor comodidad en diversas áreas, también han dado como resultado una serie de afectaciones que no podemos seguir ignorando.


Basta con mirar los indicadores sobre nuestra salud mental: mayores índices de depresión, ansiedad, estrés, angustias, riesgo suicida, consumo de alcohol y de sustancias; aumento en aspectos sociales, como la dificultad para consolidar relaciones duraderas, las violencias aún presentes en diversos sectores, la dificultad para el acceso a viviendas dignas; además de lo que nuestra ecología reciente en la actualidad, entre otras.


Y, me gustaría admitir que me resistía a darle un tono alarmista a esta reflexión, pero hemos llegado ya a un punto muy complicado de nuestra sociedad. Y uno de los aspectos, que a título personal considero graves, es que también hemos perdido la capacidad de darnos cuenta. Estamos tan inmersos e inmersas en estas nuevas ideas de prosperidad, éxito, felicidad, que nos vemos arrastrados por ellas sin reflexionar si realmente nos están brindando aquello prometido, o sólo es un disfraz que, al final, nos llena de angustias, preocupaciones, desesperación, desesperanza, sentimientos de insuficiencia, incapacidad, depresión, soledad...


Hoy percibo que vivimos con muchos miedos y angustias: el dinero no pareciera ser suficiente, siempre tenemos que estar haciendo algo de provecho, no nos damos tiempos de descanso, porque eso significa perder oportunidades; al estar corriendo de un lado para otro, no tenemos oportunidad de conectar con nuestros seres queridos, y nos sentimos solas y solos, porque además, nos han dicho que tenemos que hacer las cosas sin depender de nadie; esta desconexión lleva a que las infancias y adolescencias crezcan sin las presencias relevantes de mamá y papá, y que estén siempre bajo el "control" de las pantallas, dando un impacto negativo importante en su desarrollo motor, emocional, social, entre otros; las y los adultos ya no tenemos tiempo para consolidar relaciones profundas y optamos por relaciones pasajeras, de un momento, no tenemos tiempo a comprometernos, ni tampoco lo tenemos para comer saludablemente, hacer un poco de ejercicio, ayudar a las demás personas. Somos una sociedad zombie.


Urge que tomemos conciencia. Urge que hagamos algo para evitar que sigamos encaminados hacia estos resultados que son evidenciados constantemente por las estadísticas. Urge romper con estas perspectivas que nos han llevado a dejar de percibirnos como la unidad común (comunidad) que somos, y nos empujan a creernos seres individualistas, egocéntricos, soberbios.


Llevamos años insistiendo en ello, pero ahora las consecuencias son más claras que nunca, y por ello necesitamos "despertar" de este letargo en el que nos hemos sumido. No es sano, en ningún sentido de nuestras áreas humanas, continuar andando ese mismo camino. Es urgente una transformación. ¿Ustedes que perciben?

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