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Foto del escritorEdgardo Flores

Hablar (correctamente) sobre el suicidio




Cualquiera puede hablar sobre un tema, sin embargo, algo que enfatizamos constantemente sobre el fenómeno del suicidio es en la importancia de hablar de la forma correcta, para evitar estigmas, tabús, malas praxis. Y esto aplica para cualquier persona, y en especial para aquellas que comunican y cuentan con un foro, una audiencia que les escucha, lee y mira.


El Efecto Werther es uno de los factores que pueden contribuir en una persona vulnerable, ya que la forma en cómo se habla sobre lo que podría estar experimentando, podría exacerbar cómo se siente.


Recientemente, un colega que sabe que me preocupa las formas en cómo se comunica me compartió el video de una profesional de la tanatología hablando sobre el suicidio.


Desafortunadamente, sus palabras no han sido las más acertadas, quizás, porque aún está influencia por perspectivas que han surgido sobre el fenómeno suicida, pero que actualmente han sufrido diversos cambios gracias a la investigación y a los análisis más recientes.


Comparto las palabras compartidas a través de una de sus redes sociales:


El suicidio es un acto violento. Es un homicidio, en el que el homicida y la víctima son la misma persona.


Respeto, tú lo dijiste hace rato, ¿Cómo respetar que fue su decisión? Fue su decisión que coincidió con el destino, él estaba enfermo, enfermo de algo que se llama depresión, que no siempre se nota y que tú no tenías porqué haber notado, ni detenido, ni nada por el estilo. Y la depresión te hace tener un piensa chueco, no quiere decir que todos los deprimidos se van a suicidar, pero sí todos los que se suicidan están deprimidos y tienen un piensa chueco.


El suicidio es una puerta falsa y es un error, y deja tras de sí una estela de muchísimo dolor para las personas, ahorita es muy ruidoso eso porque el suicidio es como un rompecabezas al que siempre nos van a faltar piezas, haya dejado una carta o no, nunca vas a acabar de entender pero por qué, por qué, porque desde un pensamiento sano no puedes entender un piensa chueco.


¿Cuáles son los aspectos que es importante aclarar y reorientar?


  • El suicidio es un acto violento. Es un homicidio. Algo en lo que se está trabajando es en evitar cualquier afirmación moral o de juicio sobre la ideación, la planeación o el mismo acto. ¿Cómo creen que se sentirá la persona que ha intentado morir por esta causa si se le afirma que es una persona violenta y que ha intentado asesinarse? Se le da una perspectiva criminalística cuando no es el enfoque adecuado. Hay sufrimiento, pero no hay per se el deseo de matar o de morir. Hay dolor, cansancio, hartazgo, pero no es un odio hacia sí, sino (inconscientemente) hacia un sistema donde no encaja. No se anhela agredir, se desea dejar de sufrir.

  • Fue su decisión que coincidió con su destino. Sí, es verdad que tenemos muy claro que, al final, es una decisión personal, pero no es una cuestión de destino. Hablar de destino es afirmar que habrán personas que sí o sí ése será el resultado. Es una perspectiva muy desesperanzadora, inadecuada. Hoy sabemos que podemos hacer mucho, desde antes, o ya con el riesgo presente. Brindemos esperanza.

  • Él estaba enfermo, enfermo de algo que se llama depresión. Todos los que se suicidan están deprimidos. ¡Total y absolutamente incorrecto! Se ha encontrado que en el 90% de los casos donde se ha presentado la muerte por suicidio, había prevalencia de un trastorno mental (depresión, ansiedad, estrés postraumático, etc.), sin embargo, no es considerada una causa, sino un factor de riesgo, por lo que se habrá de tomar en cuenta, siempre, otros factores de riesgo que podrían contribuir. Es más, incluso hemos “bromeado” un poco con el dilema del huevo y la gallina. ¿Qué fue en realidad primero? ¿El riesgo suicida o el trastorno? Mejor miremos desde perspectivas más amplias.

  • Tienen un piensa chueco. De manera muy particular, creo que usar este tipo de connotaciones juiciosas no contribuyen a un adecuado abordaje. Es como decirle a alguien que está en riesgo que tiene un “piensa chueco” (¿que está loca?), ¡y por supuesto que no queremos eso! Queremos que sepa que es comprensible que esté pensando en ello, por la forma en cómo ha percibido las diversas situaciones que experimenta, pero que hay otras diversas en cómo las pueda interpretar; incluso, reconocer que, quizás, no pueda entender del todo lo que le ha llevado en pensar en ello, pero que estamos para comprenderla. Más comprensión, menos juicio.

  • El suicidio es una puerta falsa y es un error. El fenómeno del suicido es complejo. Las afirmaciones que lo señalan como un error, incorrectas, malas, contribuyen al estigma. Si alguien lo está pensando y escucha que se hagan este tipo de afirmaciones, difícilmente compartirá sus pensamientos, su dolor, su angustia. Hablemos desde la compasión, el amor, la bondad, y no desde el juicio y el dedo acusador hacia alguien que experimenta mucho sufrimiento.

  • Desde un pensamiento sano no puedes entender a un piensa chueco. Considero que esta afirmación podría generar separación y pasividad ante la posibilidad de ayuda. Todas y todos podemos ayudar a alguien que esté pasando por una angustia. No está “pensando chueco” (como desafortunadamente se afirmó), sino que la claridad de su mente se ha opacado por el dolor. Seamos luz, no juicio. Todas y todos podemos aportar en la prevención y acompañar en la atención de alguien que esté en un riesgo suicida.

Espero, en verdad, que poco a poco, podamos ir cambiando las formas en cómo se percibe y se habla sobre el tema, para que, más que generar morbo, mantener mitos, generar estigmas, podamos compartir esperanza.


Que estas reflexiones puedan ser de beneficio para el diálogo, y el adecuado abordaje, desde la palabra, con alguien que pueda estar en riesgo.

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