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Ver más allá de lo que ves

Juzgar, cualquier persona lo hace, porque es lo que se nos ha enseñado y reforzado por nuestra cultura; pero "ver más allá", requiere un verdadero esfuerzo, requiere HUMANIDAD.


Aunque cuidado, porque podemos caer en juzgar al que juzga.


Es comprender que esto es algo que hacemos en automático, porque nuestro entorno lo promueve. Pero, esforzarse por ser una persona con una mirada compasiva, no es fácil, ni tampoco algo mágico que aparecerá con solo desearlo. Hay que practicarlo.


¿Qué hay más allá de lo que vemos? ¿Qué hay detrás de un rol, de una fotografía, de un video? ¿Qué hay detrás de una persona a la que admiramos o, incluso, odiamos? ¿Lo que vemos es la totalidad de una persona?

Es paradójico cómo se enarbola la bandera de la salud mental, que es necesario atenderla, que el autocuidado es un derecho, pero pocas personas son capaces de ser conscientes de cómo contribuimos al malestar social con nuestras críticas destructivas, con el recelo, la competencia, la desconfianza, nuestras palabras hirientes, culpabilizantes, criminalizantes. He insisto, no es juzgar al que juzga, sino invitarnos a tomar consciencia, desde la comprensión y la compasión.


¿Hasta cuándo?


Si no tomamos consciencia de ello, es algo complicado, aunque no imposible, de cambiar.


¿Qué hay más allá de lo que veo? Hay un SER HUMANO, hay una persona, compleja (como yo), inmersa en un entorno que le influye y le configura distinta a mí; hay alguien que tiene sueños, anhelos, pero también alguien que sufre, que lucha, que se llena de dudas, miedos, alguien que parece incoherente e incongruente, pero es probable que también sea alguien con virtudes.

Para juzgar a alguien, para querer "destruir" a alguien hay que DESHUMANIZAR, olvidar que es un humano, una persona; convertirla en un monstruo: narcicista, sociópata, psicópata, suicida, depresivo/a, idiota, loco/a, manipulador/a, engreído/a, soberbio/a, privilegiado/a, machista, chairo/a, etcétera. Una etiqueta que impide ver más allá de lo que veo, una etiqueta que percibe algo reducido de una totalidad. Y no con ello quiero justificar a quienes realizan conductas que dañan, sólo busco poner la semilla de una mirada que no pierda su capacidad de ver a otra persona.

En una guerra, tengo que ver a otro SER HUMANO, como una amenaza, alguien que no tiene emociones, ni historia, ni vínculos, ni complejidades, alguien que no siente, no vive, no se confunde, no tiene dudas, alguien que sólo es algo: UN MONSTRUO. Y saben qué, muchas personas se perciben en una guerra, donde hay que destruir, hay que acabar con alguien, que aunque se hable de sistemas y culturas, y perspectivas; cada una de ellas representa HUMANOS, personas.


Sí, ojalá EL CAPITALISMO fuera diferente a lo que es hoy, y habrá que transformarlo, pero no es algo que exista sin personas; o, el PATRIARCADO, o el COMUNISMO, o las VIOLENCIAS... Nada se sostiene si no es porque hay personas, seres humanos, que lo viven. ¿Y por qué lo viven? Porque aún tenemos muchas condiciones sociales que enseñan y refuerzan esas perspectivas ideológicas.

La lucha no es el camino. ¿Acaso ha dejado secuelas "positivas" alguna vez una guerra? No se lucha contra "el sufrimiento", se acompaña, se cura, se sana, se transforma. ¿O acaso para rescatar a algún animalito que ha vivido en el abandono, que ha sido violentado, que carga con heridas físicas y psicológicas, "luchamos" con él o ella al querer rescatarle. ¿Luchamos? ¡No! Somos comprensivas/os, nos acercamos con cuidado, a pesar de su resistencia, a pesar de sus ataques, a pesar del miedo que siente; vamos, poco a poco, dejamos que, a su tiempo, se acostumbre a nosotros/as, que perciba que puede CONFIAR, que ya no está solo/a, que no queremos dañarle. ¿Y qué pasa si sostuvimos esa conducta de AMOR? Ese animalito se transforma, vuelve a tener vida, se llena de entusiasmo, vuelve a crear un vínculo con otro ser. ¿No el orden natural nos está indicando el camino? Os invito a cuestionar la idea de que la lucha, la guerra, la confrontación, es la forma para transformar positivamente. Repito la pregunta: ¿qué aspectos positivos ha dejado alguna vez una guerra? ¿Liberación? ¿Cuál, si luego hay recelo, odio, repudio? ¿Libertad? ¿Cuál, si luego confusión, dudas, miedos? El camino es el actuar con amor, y no como idea abstracta, sino como acciones claras, concretas, visibles.

Perdón, a veces quiero compartir tantas ideas que se congregan en mis pensamientos, que pareciera que divago o que voy sin ton ni són. Una disculpa si no logro proyectar del todo lo que quiero.


A lo que me gustaría llevarte a considerar tener una mirada HUMANA y HUMANIZANTE, una mirada que sea capaz de ver más alla de lo que ve, una mirada que recuerde que una persona es compleja, que un ser humano está inmerso e inmersa en distintas influencias sociales, culturales, ideológicas, políticas, religiosas, económicas, espirituales, experenciales, históricas, biológicas, orgánicas, climáticas y un largo etcétera, y que el juicio lo que hace es reducir esa amplitud de lo que alguien es.


Espero, en verdad, que esta semillita te pueda ayudar a practicar el amor, la compasión, la comprensión, el vínculo. Soy consciente que unas líneas integran todo ni reflejan todo, pero confio en que en algo pueda contribuir.


Paz y bien.

 
 
 

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